lunes, 23 de mayo de 2011

Mi Lapiz

Así se llama este libro de Virginia Piñón.
Es chiquito como un chocolate, más barato que comer en McDonalds, preciso como un francotirador y poderoso como un Kohinoor. Está en mi mesita de luz. Y adentro contiene un pedacito de toda la vida de uno condensadita, en una metáfora muy simple. Lo compré con la misma actitud con la que un chico se compra un juguete nuevo, y con la misma actitud se lo muestro a mis amigos cuando vienen a casa. Pero no sólo lo muestro. Lo ofrezco, lo presto, lo regalo. Mi Lapiz saca cosas lindas de mi. Porque me encanta dibujar.
Y valga esta nueva metáfora! Que no es la del libro pero se parece.
Y me callo. Una vez más, que tu curiosidad haga su parte.

Acá te dejan pispear un poquito: http://milapiz.blogspot.com

Se consigue en cualquier lado. Pero si quieren conocer Maruata (Acassuso), vale la pena la experiencia de comprarlo ahí.

domingo, 22 de mayo de 2011

Alvy, Nacho y Rubin

Con ellos inauguro oficialmente este espacio. Y lo inauguro porque ya no puedo no compartir lo que me pasa con algunos artistas. Porque me hierve el agua adentro y vos te mereces saber que existen. Así que destapo la olla, le echo sal y pimienta y comparto mis exageradas pastas con vos.



Ellos interpretan a Los Campos Magnéticos. The Magnetic Fields. Una banda que jamás conocí. Hasta hace dos semanas. Y primero me frustré, porque cuando descubro que hay cosas que antes no conocía, y que podrían gustarme mucho, pienso que debe haber demasiadas más ahí dando vueltas por el mundo, y que no me va a alcanzar la vida para llegar a todas y tengo el pensamiento fatalista de que voy a morir siendo una mediocre a la que le quedó mucho por conocer.

Pero después me calmo y pienso "bueno, por lo menos llegué a esto". Conocí a The Magnetic Fields, conocí a Alvy, a Nacho, y a Rubin. Y así conocí a Alvy Singer, y a Rubin y los Subtitulados. Develando mi inevitable condición de ser un poco normal, Onda Vaga (Nacho) ya conocía. Son populares.

En fin. Ellos.

Hace dos semanas fui invitada a la presentación de La Editorial Común por Ricardo Siri (Liniers), en el auditorio del Malba. Cuando vi guitarra y banjo sobre el escenario pensé que iba a tocar Kevin Johansen, para no perder la costumbre de su dupla con Liniers. Aunque los cajones peruanos y el chelo (o contrabajo, nunca los sé diferenciar a simple vista) me desconcertaron un poco. Y mi desconcierto se transformó en amorosa novedad.

Hay muchas reseñas y opiniones ya escritas sobre Alvy, Nacho y Rubin. Podés leerlas en todos lados. Y no por desmerecer, pero todas los halagan de la misma forma. Así que no voy a caer en las apreciaciones técnicas y musicales, si no en las emocionales. El resto de la experiencia lo dejo a la merced de tu curiosidad.

Alvy Nacho y Rubin me generaron una admiración digna de enojo narcisista (por no ser yo capaz de hacer algo tan, tan genial). Y cuando me pasa eso me doy cuenta de que algo me conmovió. La experiencia es difícil de describir. Pero sonreí todo el recital. Me reí por momentos. Y casi lloré de satisfacción. Y obvio, me compré el disco después del show. Y los busqué en FB, Google, Youtube y demás espacios virtuales. Y ahora espero ansiosa un recital para ir a verlos otra vez, ya conociendo y tarareando todos los temas (disimuladamente, para parecer re-cool y no fan de Luis Miguel).

Juro que traté, pero no pude parar de escuchar su disco en estas dos semanas. En cinco días me sabía todas las canciones de memoria. Y cada primer acorde de cada tema me genera adrenalina por la canción que empieza. Bésame con ganas es el nuevo ringtone de mi despertador. Y sí. Así de obsesiva me puedo poner cuando algo me genera tal fascinación. Sobre todo, siendo cantante, el rubro musical me afecta gravemente la psiquis. Ya se me va a pasar, ya va a madurar mi relación con el arte. Aunque... ojalá no.

Este disco que tengo es el Vol.2, encontré en el Vol.1 en Bandcamp, y lo comparto:

http://alvynachorubin.bandcamp.com/album/interpretan-a-los-campos-magn-ticos

Creo que El Galan de la Paternal  les quedó hasta más linda y prolija que al propio Stephin Merritt.

También creo que en algún momento voy a lograr traducir y adaptar Busby Berkeley Dreams y un día la voy a cantar con ellos. Sin ofender a Eugenia Brusa, la maravillosa voz que los acompaña.

Muchas gracias Alvy, Nacho y Rubin. Si me lo permiten, son mis nuevos amigos imaginarios.